Es
curioso la cantidad de contrastes que nos aporta esto de lo social, no
de la vida, la vida en el fondo es claramente sencilla, se sustenta de
otras -cosas sanas- para poder existir, la planta de la tierra, de la
atmósfera y el sol, de sus minerales y su energía natural, el animal o
el insecto de lo que esas plantas toman equitativamente, ofrecida sin
pedir nada a cambio, solo transformándola por estar en el lugar adecuado
para conseguirlo, y luego otros seres que se alimentan de lo que los
otros han conseguido en esa transformación primigenia, así se crea un
ecosistema que se beneficia de un mecanismo lógico y sin muchas
complicaciones, algo que desprende equilibrio. Mas he aquí mi cuestión,
el contraste humano al considerar la energía como un derroche inaudito y
sin parangón dirigido al uso y disfrute desmesurado, acabando por
usufructo asignado, por un incomprensible derecho emergido de alguna
parte ignota, con ese equilibrio tan razonable, paradoja del ente social
que tiene como base la razón; destruimos algo que tiene un exquisito
plan, por un inútil proyecto dirigido a conseguir demasiadas absurdas
apetencias, usando mal el elemento energético dispuesto hacia un fin en
si mismo, crear belleza, alterando un proceso tan simple por un
insensato y complejo don destructivo al no comprender lo adecuado.
Campeamos a nuestras anchas destrozando lo bello de la vida para
transformarlo en una real porquería, que incongruencia manufacturera.
Bueno,
así lanzado en mi eterna discordia con el plan social de la humanidad
irreverente, esa que hace de lo fácil una quimera y de la felicidad una
payasada, engendro de ese infierno industrioso destructivo sin finalidad
propia. En el fondo no se a dónde se quiere llegar, ya que se pierde el
factor implícito de ser una finalidad natural, por la suma del continuo
error durante tantos siglos de perspectiva decadente. Algunos se creen
los mejores del reino, no el de los cielos, que ni a eso se aspira,
también está lleno de chatarra, sino al que por ser tan payasos se han
coronado, tachin tachán, LOS REYES DE LA TIERRA, mamelucos es más bien
lo que son, por llevar a cabo la energía industrializadora hacia el
mismo desfase, adjuntando encima la mascarada de la oferta del
bienestar, vendiendo realmente una desesperación nunca vista.
A
mi la energía que tanto se gasta en hacer de la sociedad un mare magnum,
me suena a despilfarro esquizofrénico, ya no es lo necesario, ni
tampoco la mayoría se contenta con poco, gusta que las cosas sobren, que
se acumulen, que haya para dar y regalar, no escatimar en gastos para
poner en el mercado de la sociedad consumista la tontería más absurda a
costa de la energía que por algún lado ha de proveerse. Ya no es la
planta que toma de la tierra lo imprescindible y nada más, para crear
con ello una progresión que alimente o transforme una función
termodinámica que no se expanda en demasía, para poder remediar si se
potencia demasiado el mismo desencadenante, es un factor que rompe
totalmente con la acción inicial, se utiliza más de lo que se puede
reponer, algo que no es muy razonable, pero a la vista está que el que
razona, es el que con ese mismo fin arruina, en busca de la subjetiva
riqueza, causa de todas las más graves injusticias humanas.
Me
salto esta ilógica, que por lo visto es bien vista por la mayoría de los
que gobiernan, para ellos es algo que no se puede remediar, parece
imposible desmantelar unas pautas adquiridas durante tantos años de
comportamiento idiota, de haber sido dirigidos por poderes
eclesiásticos, monárquicos u otras oligarquías de poder, que antes eran
pepitos y ahora juanitos, y en los que se sentaban y se sientan gentes
que tienen menos seso que un mosquito. Mísero capitalismo de nuestros
tiempos con sus ejemplares meteduras de pata, antes otras miserias de
los cielos y los infiernos representados por otros que también les
encantaba meter la pata, bueno y en la retaguardia la siguen metiendo,
para el caso siempre ha de haber algo o alguien fabulero y fabuloso que
con apologías en los discursos hacer del error continuo una causa común,
y dentro de la comunidad irnos todos al carajo. Nos dan la oportunidad a
los que siempre nos han tratado de idiotas para dejar de serlo, tenemos
todo un sinfín de academias dirigidas al aprendizaje para comprender
las cosas, por poner cosas como generalidad, en este "paraíso
capitalista" pleno de la oportunidad o más bien el oportunismo, (lástima
de ese otro mundo fastidiado por este, que hace falta educar por falta
de recursos, vaya, pues si que se plantea bien el gasto energético...,
es que la verdad, se sigue siendo idiota en según que estratos), mas
sirve de algo lo que con tanto fervor educativo... ¿educan?, en estos
lugares con inversiones importantes para esa labor, no por el educador,
que seguro pone todo por su parte para hacer comprender la misión de una
humanidad comprometida, sino de los educados, que a la vista está que a
muchos les suda todo un pimiento.
Encantado con las crisis, así
pensamos que algo no va bien, bueno, no se si alguna vez lo social ha
ido bien de verdad, pero como siempre nos han de dar palos para abrir
los ojos, en eso no nos diferenciamos de cualquier ser maltratado, por
impotencia y rabia, nosotros por lo mismo, no hay peor visión que un ser
perteneciente a este autonominado género "superior", desahogando su
incompentencia en otros seres inocentes e indefensos, y eso por
desgracia, es una actitud muy común.
Pero que tiene que ver esto
con la energía, pues que energía es todo, y existen muchos niveles para
su desarrollo. Desde el incógnito mundo llamado cuántico, pilar básico
de la creación, hasta el infinito o no tan infinito universo; entre
medias unos seres que saben reflexionar, con la oportunidad de hacer las
cosas mejor, libre albedrío, pero inútil su uso en el enfoque actual.
Evolucionamos, para que..., para seguir aferrados a patéticas
consideraciones, a valores inculcados hacia una visión de las cosas
cerrada e inalterable, o más bien, a continuar sin ganas de saber más de
la cuenta. Imbuidos en un mundo que transforma su vigor hacia un bien
económico o ecosistema, que el mismo favorece para mantener su
equilibrio, vida sobre la vida, se malogra la primaria función por unos
cuantos que siempre son los que se benefician, destruyendo ese pequeño
colectivo una gran entidad generadora....
Lo mismo que se ha de
curar el cáncer en los cuerpos enfermos, se ha de cercenar esa otra
lacra que hace peligrar la existencia de muchos cuerpos sanos... en una
Tierra enferma.